Mañana es el día del padre, y se me ocurre que regalar este bizcocho, va a ser un acierto. Tanto para el “aludido” que le encantará y al que sorprenderemos, (es sumamente agradecido), como para la cocinera, que disfrutará de lo lindo, con ver la cara de quien lo recibe. Me entendéis, ¿verdad?

La receta es del libro de Bea Roque, de “El Rincón de Bea”. Os recomiendo este libro como un básico de la repostería. Los números lo confirman. Va por la 7ª edición. Es un libro muy completo con más de 80 recetas fáciles y para todos los gustos.

Empezamos.

 

 

Ingredientes para el bizcocho

• 250 gr mantequilla
• 300 gr azúcar
• 2 huevos tamaño XL
• 280 gr harina
• 1 ½ cucharadita bicarbonato
• ¾ cucharadita sal
• 180 ml nata fresca
• 235 ml cerveza negra Guinness
• 50 gr cacao en polvo Valor

 

Ingredientes para la cobertura o frosting

 

• 150 gr queso philadelphia
• 250 gr nata para montar
• 3-4 cucharadas azúcar glass

 

 

Precalentamos el horno, calor arriba y abajo a 175 grados.

Engrasamos con mantequilla un molde de 25 cm, espolvoremos de harina, repartimos por todo el molde, ponemos boca abajo y sacudimos el exceso de harina. Reservamos el molde.

Calentamos a fuego bajo, la cerveza y la mantequilla. Cuando veamos que la mantequilla está casi disuelta, apagamos y retiramos del fuego. Añadimos el cacao y mezclamos con varillas hasta que esté bien integrado. Reservamos y esperamos a que tenga temperatura ambiente.

Tamizamos la harina, con la sal y el bicarbonato. Reservamos.

Mientras tanto batimos los huevos con el azúcar y la nata. Cuando este bien mezclado, añadiremos poco a poco la mezcla de la mantequilla. Vamos echando la harina en dos tandas pero mezclando poco. Puedes incluso ayudarte de una espátula para terminar de integrarlo.

Vuelca la mezcla en el molde. Mételo al horno durante 35 a 45 minutos y no lo abras durante este tiempo. Pasado este tiempo, pincha el bizcocho con un pincho y comprueba que este sale limpio. De no ser así, necesitará un poquito mas de horneado. Cuando esté listo, sácalo del horno y no lo desmoldes. Podrás desmoldarlo cuando al tocar el molde no te quemes, pero siga caliente. Da unos golpes secos en los lados del molde y en la base y saldrá sin dificultad. Ponlo encima de una rejilla para que termine de enfriarse. Cuando esté frío, envuélvelo con papel transparente de cocina y déjalo en la nevera hasta el día siguiente o hasta que esté completamente frío.

 

Para la cobertura, montaremos la nata. Con una batidora de varillas y con la nata muy fría, iremos batiendo, cuando veamos que la nata espesa ligeramente, añadiremos el azúcar poco a poco, hasta que la nata este bien montada y las varillas se queden marcadas en la nata, pero sin pasarte ya que podrías hacer mantequilla. Reservamos. Mezclamos el queso con el azúcar hasta que esté bien integrado, añadimos la nata reservada con movimientos envolvente hasta mezclar. Extiende la mezcla por encima con el dorso de una cuchara.

Listo.

 

 

Los “Pepes y Pepas” también aceptarán de buen grado este bizcocho. ¡Qué paséis un estupendo día!

Olga