¡Hola a todos! Vuelvo a aparecer tras unos meses sin publicar. Antes de nada desearos un estupendo año lleno de salud e ilusiones. Por aquí todo está bien. He hecho un paréntesis, pero volvemos a la carga porque el cocinar, preparar cosas ricas y compartirlas es una de las cosas que más me gusta hacer.
Hoy os traigo una receta que igual a simple vista no os llama, pero os recomiendo que no dejéis de prepararla porque queda superrrr buena. No sabe nada pero nada a zanahoria, de hecho la primera vez que la hice no dije de que estaba hecha y nadie adivinó el ingrediente principal. Haz la prueba, en casa nos encanta.
Encima de la masa ponle lo que más te guste, en este caso pesto (te dejo la receta rápida unos párrafos más abajo), que siempre queda bien, pero puedes añadir lo que quieras.
Esta receta no tiene ningún secreto, el truco para que te quede estupenda, es extender muy bien la masa y que quede fina (fíjate en la segunda imagen).
Empezamos,
INGREDIENTES (para la base)
- 250 gr de zanahoria cruda
- 1 – 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 100 gr de harina de espelta integral
- ½ cdta de sal o al gusto
INGREDIENTES (para encima de la masa)
- 2 cucharadas soperas de tomate frito o natural (como más te guste)
- Unos tomatitos
- 2 cucharadas de pesto
- 1 burrata o un queso que funda bien
- Unas hojitas de albahaca fresca (opcional)
En un cazo ponemos agua a cocer (calcula para que cubra las zanahorias) y un poquito de sal. Pelamos las zanahorias y las cortamos en rodajas gruesas.
Cuando el agua hierva, añadimos las zanahorias y las dejamos hasta que al pincharlas estén blanditas.
Sacamos las zanahorias y esperamos que enfríen.
En un procesador, no es necesario que tenga mucha potencia, o en un vaso de batidora, trituramos junto con el aceite y la sal hasta conseguir no dejar grumos.
Si utilizas un procesador, añade la harina y sigue mezclando. Si utilizas un vaso de batidora, saca la mezcla a un bol, añade la harina y mezcla hasta integrarlo por completo.
Precalentamos el horno a 200°, con calor arriba y abajo.
Vamos a poner una hoja de papel de horno encima de la bandeja de horno. Echamos un hilito de aceite y extendemos, encima irá la masa. Volcamos la masa encima del papel y vamos extendiendo la masa dando forma circular. Para que resulte más sencillo puedes echar un poquito de aceite de oliva por encima y con el dorso de una cuchara sopera iremos extendiendo poco a poco, desde el centro hacia los bordes. Intenta dejar una base finita, te ayudará ver la segunda imagen que te dejo.
Metemos la masa en el horno sin relleno, durante 15 minutos. Sacamos, con cuidado de no quemarse, y subimos la temperatura del horno a 220°. Añadimos el tomate extendiendo con el dorso de una cuchara sopera y repartirlo para crear una capa fina. Con las manos vamos separando trocitos de burrata y acomodándolos por encima, el pesto y los tomatitos.
Te cuento por si quieres utilizar pesto, por supuesto hecho en casa. Yo hago la receta a ojo y es un pesto de andar por casa y de preparar rápido. En vaso ancho en el que puedas meter la batidora de mano, pondremos 10-15 gramos de hojas (eliminamos el tallo) de albahaca fresca, 1/2 diente de ajo, un trocito pequeño de queso parmesano y si quieres puedes añadir unas almendras. Normalmente se utilizan piñones, pero con el precio que tienen, podemos sustituirlo por unas almendras. El sabor es neutro y va muy bien, pero si quieres puedes no ponerlos. Añade sal y un chorrito de aceite de oliva. Hasta que tengas una pasta espesa. Comprueba el punto de sal y ya lo tienes.
Volvemos a meterlo al horno y dejamos 5 minutos a 220°, después subiremos 5 minutos más a 250°. Tened en cuenta que cada horno es distinto y que según el queso que uses va a gratinarse antes, e igual tienes que dejarlo menos. En cuanto veas que el queso está un poquito gratinado puedes sacarla.
Añade las hojas de albahaca y sirve inmediatamente.
Hasta la próxima receta.